miércoles, 23 de febrero de 2011

Nada Más Que Decir.

- ¡Me traes fotos!- le grité- ¡Y mil historias para contarme!

Esto fue lo último que le dije en persona, mientras la veía alejarse en aquel gran barco que supuestamente abordariamos juntos. Al final fue mi mala suerte la que nos separó.

Tiempo después me envió una postal desde algún lugar del que jamás había escuchado, al reverso, escrito con su puño y letra, decía: "Algún día verás mi nombre grabado en la Luna". No pude evitar sonreir. "Algún día verás nuestras iniciales brillando en la superficie del Sol." fue mi respuesta.

Creo que le jugué una mala pasada, pues si ella, al igual que yo miro todas las noches la Luna, ilusionado, esperando; mira todos los días al Sol, debe estar maldiciéndome en silencio, pues como todos sabemos, el Sol no es tan fácil de observar.

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